lunes, 25 de enero de 2010

Etapa 2: de Ventosa a Sto. Domingo de la Calzada

Tengo que decirlo, dormí como Dios en ese colchón, y lo hice del tirón desde las 20:30 o 21h que me fui a dormir por no poder más con mi vida. Recuerdo que me despedí de Carmen mientras ella estaba fumándose un piti en el patio del albergue, jeje.

El que me despertase sólo sirvió para una cosa, ponernos en marcha. Y así fue, tras Jesús ayudarme en la eterna lucha del saco de dormir, comenzamos camino. Con las botas puestas, empezamos a pisar asfalto de nuevo. A un excaso kilómetro, nos desviaríamos entre campos de cultivo a un mejor terreno, gravilla. El sol todavía sin salir, dejaba visible la luna casi llena.

Contándonos cosas que habíamos visto, y que nos habían parecido curiosas del pueblo y del albergue, con las pilas cargadas seguimos Camino. Tendremos grandes campos de vid a los lados y grandes vistas del paisaje mirando al frente, avistando pueblos, pensando cuál será al que tengamos que llegar, y cuál el que cruzaremos.



"Good Camino!!" Nos iban diciendo los extranjeros de a saber qué país según nos adelantaban. Como ya he dicho en alguna etapa anterior, será su frase por excelencia, jaja. Con agrado y agradecimiento respondíamos "Good Camino!!".

Llegar a Nájera no se nos hizo largo. Sinceramente, me pensaba de este pueblo que fuera más pueblo, pero no, realmente es bien bonito. Tardas en cruzarlo dado que es bastante grande. Entras por la zona de descanso, situada entre la autovía y el río (cual olor mejor no respirar), para acto seguido entrar por la parte más antigua del mismo, hasta llegar al (otro) río y poder ver qué tan bonito y colorido el pueblo es, con sus orillas verdes, y pared rojiza tras ello, casa de múltiples aves. Como el pueblo busca que el peregrino conozca sus calles, recovecos y su arte, el peregrino aún sabiendo por donde discurrirá el Camino, tendrá que darse el paseo si quiere disfrutar de lo que Nájera dispone.

Una vez salidos del pueblo, el siguiente no tardará en caer, ya más pequeño, y continuar trayecto. Entre viñedos y algún que otro cerezo del cual cogeremos alguna picota ya en estado de degustación, continuaremos nuestro soleado Camino. Que no os engañen las nubes de las fotos. ¡¡Hacía calor!! Sin apenas una sombra en el camino, la necesidad de una paradita iba cogiendo fuerza. Ver en la cuneta el espacio justo y necesario como para quitarnos las botas, hidratarnos y descansar donde a penas unos rayos del sol se colaban entre las ramas de un arbolito, decidimos sentarnos junto a los múltiples caracoles del terreno.

Dejo unas fotos para disfrute de los campos de cultivo:


Decir que cuando por fin pensábamos que ya "detrás de la siguiente colina" estaría el pueblo de destino, venía más camino recto soleado con cultivos a los laterales y el siguiente horizonte otra colina a subir. En concreto creo que este tramo quedará para el recuerdo como el tramo de colinas como olas de mar, con cultivos a los laterales, algo insufrible en jornadas de exceso calor. Con este plan, seguro algún alto cargo de algún pueblo cercano tuvo que ver la necesidad de incorporar un área de descanso, con algún arbol (que esperemos llegue a dar grandes sobras algún día) y una fuente de agua bien fresquita en medio del Camino. Seguro que durante éstos días de Junio nadie, absolutamente nadie dejaría escapar la oportunidad de asentarse en él.

Decir BRAVO por Carmen, por el aguante que tiene, pero con la pierna dando ya un poco la bara y sobretodo los excesos de calor, en Cirueña pararíamos para tomarnos entre medio litro y un litro de cerveza fría, comer y hablar del resto del Camino. Acordaríamos que yo continuaría Camino hasta Burgos en solitario, y que Jesús y Carmen pararían, se irían a Burgos en autobús, y me espararían allí. Así pues, tras unas horas de descanso y relax, me despediría de mis anelados amigos.

Sería en torno a las 16h cuando partiría de nuevo, a jugar con las 'olas' del terreno. Dejo unas fotos para disfrute del paisaje:


Hasta que por fin, y tras la última ola de cultivos, Santo Domingo de la Calzada aparece en escena. Se entra por su polígono industrial, obviamente enter asfaltado, odiado por los pies, sin tomar ningún tipo de Camino alternativo pensando en el peregrino.

Cual fue mi sorpresa al mirar el móvil que Jesus y Carmen me habían estado llamando. Habían tomado la decisión de no irse a Burgos, y continuar a mi lado. Me estarían esperando en Santo Domingo, en el Albergue Municipal. Habrían pedido ayuda a un amable conductor y este les habría traído hasta el pueblo, y me habrían pagado una cama en el albergue, el cual según te explican los hospitaleros "no lleva un pago asociado, sólo una donación, y la donación mínima sería de 5 euros", es decir, era un Albergue de pago, pero te la meten como que no lo es, sino que parte de donaciones, donde la donación mínima sería de 5 euros, pero si quieres puedes 'donar' más.

Podríamos decir que la hospitalera que me atendió no se había enterado de que mis compañeros ya habían hecho una donación por ellos, y por mi al coger las camas, y ahí seguí pidiéndome que donase. Tuvo que bajar el compañero a aclarar que ya había donado 15 euros con motivo de tres personas.

Para los que no entiendan la diferencia entre un albergue de pago y uno de donaciones, decir que creo que hay entre nuestras leyes recaudatorias (= Hacienda) unas bases para las cuales los alojamientos de pago tienen que abonar una parte a Hacienda, y las donaciones están exentas de este pago. ¿Veis lo inteligente que es la Iglesia? Decir a parte, que creo que un albergue municipal no está abalado por la Iglesia, sino por Hacienda, donde 'Hacienda somos todos'. Ya lo he dicho muchas veces: el Camino de Santiago es un negocio.

El Albergue, con baños compartidos pero separados de chicos y chicas, muy limpio, con cocina y dos hornos. Durante nuestra estancia los supermercados Día trajeron productos caducados (ya sabéis que son productos que ellos ya no pueden vender, y por tanto los tiran a la basura. Lo que vienen a hacer es traérselos a los peregrinos, y quien quiera comérselos, cena gratis). A parte, el Albergue contaría con un patio interior con gallos y gallinas, y la zona de lavado de ropa. El albergue en sí de lujo como podeis observar:


Tras una merecida siestecita, nos curamos las ampollas y salimos a dar una vuelta. Santo Domingo de la Calzada es otro pueblo de renombre, grande bastante grande, con un importante polígono industrial para lo que un pueblo pueda llegar a ser. Tiene una importante arquitectura en piedra. La iglesia principal es enorme, así como sus calles y edificios aledaños. Y unas niñas que si fuera más jóven me mudaría aquí, jajaja. No voy a poner fotos de ellas, pero ¡¡las tengo!!

Dejo unas fotos para disfrute:

No hay comentarios:

Publicar un comentario