miércoles, 20 de enero de 2010

Etapa 1: regreso a Madrid

Unas 25 personas habríamos dormido en aquélla habitación esa noche. Lo cierto es que no me puedo quejar en absoluto, dormí como un niño, calentito (nos dieron la calefacción sin solicitarla), cómodo y bien. No noté el suelo para nada.

Con la molestia del pie, un peregrino más me dió una crema tipo reflex que en un principio me curaría o aliviaría. Creo que no lo hizo, pero fue de agradecer el detalle que tuvo.

Una vez en la cocina, había gente que había desayunado y ya se había marchado. Yo desayuné un par de colacaos con galletas y pan con mermelada, y antes de irme deposité 10 euros en la urna que nos había comentado el día de antes el cura. Lo cierto es que no había ni un duro dentro. La urna era una simple caja que cualquiera podía haber abierto, y en caso de haber dinero en su interior habérselo llevado. Mi acción fue la de simplemente agradecer el alojamiento y el desayuno. Si lo recibieron los curas o algún listillo sólo Dios lo sabe.

Una vez me hube despedido de la gente con la que compartí desayuno, mochila en la espalda y zapatillas de deporte puestas, me dispuse a circular por los alrededores. Dejo unas fotografías para disfrute:


Desgraciadamente para mi, la Catedral estaba en reformas de conservación y mejora, por lo que paso a poner unas fotos:


Visto que el pié no daba tregua y que me quedaba nada o menos de batería del móvil, opté por adelantar el viaje de vuelta a Madrid, de las 19:30 a la que lo tenía, a las 12:30 que pude. Coincidiendo con Eli y el Poli, me despedí de ellos y les deseé suerte en sus vidas y tal vez volver a coincidir en otro Camino. A Matías le llamé y le di las gracias por el detalle de ofrecerme ir a visitar el pueblo, pero mi cansancio y estado me impedían poder hacerlo, quedando en que les volvería a llamar cuando volviera a Logroño a continuar el Camino.

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