miércoles, 14 de abril de 2010

Etapa 4: de León a Hospital de Órbigo

Como anuncié en la pre-etapa, llegó el domingo 21 de Marzo y partí hacia León. Me alojé en el Albergue del Monasterio de las Benedictinas (Sta María de Carvajal), conocida en el Camino como 'las Carvajalas', ubicado en la Plaza del Grano, en el propio Camino. El precio era donativo (yo dejé 5eur) e incluía desayuno. Allí, los hombres están separados de las mujeres en dos habitaciones diferentes. El albergue cerraba puertas a las 22h pudiéndonos quedar despiertos hasta las 22:30. Decir que a las 21h había una pequeña oración en la Iglesia del Monasterio que las Carvajalas oficiarían, y a la cual asistí. En total seríamos un grupo de unas 15 personas de Francia, Estados Unidos, Canadá, Italia y España que yo pudiera reconocer en el acto. Se lo recomiendo a todo el que vaya a este albergue. Me gustó bastante el que un número X de Carvajalas se unieran al evento cantando. A reconocer que como llegué un domingo, y los domingos no hay nada abierto en León, los hospitaleros me dieron tres manzanas y una naranja para comer al día siguiente, gratis. Todo un detalle.

Aquí conocería a Paul Tunnell, un americano de Carolina del Norte, de 24 años que venía lesionado de etapas anteriores, donde hacía el Camino por un significado religioso (como los demás americanos con los que entablé conversación). Este jóven se quedaría en el Albergue durante dos días descansando para ver si el pie mejoraba.

Debo reconocer que dormí bastante bien, aunque en la litera de en frente tenía a un roncador, jajaja (en adelante y al igual que en pasado, los roncadores son aquellos que aún llevando tapones para los oídos, el ronquido consigue despertarte). A las 7 de la mañana me desperté. No hizo falta que me pusiera el despertador. El movimiento de la gente ya formaba parte de ése invento. Tengo que decir que este día me acordé mucho de mi amiga Carmen (que en días posteriores vería) dado que tardaba bastante poco en enrollar el saco de dormir y meterlo en el saco, jajajaja. Carmen, qué hubiera hecho yo sin ti, jajaja. Cuando hube terminado de arreglarme, el desayuno me esperaba. Me senté entre americanos, italianos, británicos y demás naciones humanas. El desayuno constaba de leche o café, colacao, galletas, pan, mantequilla, y mermelada de fresa y melocotón. ¡¡¡Yo comí de todo!!! En ése día me iba a recorrer 33km y tenía que tener fuerzas. Una vez terminado, me puse la mochila y para fuera.

'It's to the right!!' grité a una desconocida que había salido segundos antes que yo del albergue. Me esperó y se presentó. Sería Cristina, una mujer italiana de 34 años con la que Dios quiso que compartiera Camino. Aún siendo Italiana, hablaba y entendía casi a la perfección español, por lo que nuestras conversaciones siempre fueron en este idioma. En su compañía, iniciamos viaje hacia Santiago.

Salir de León poco tiene que ver con salir de Burgos. De León sales, pero te metes en el primer pueblo y siguientes sin darte cuenta de que has salido de León, dado que que el peregrino transita por asfalto largo y tendido. Ábil de mí, me puse las zapatillas de deporte para esta etapa por lo que los pies iban tranquilitos y bien.

En el Camino nos toparíamos con varias cigüeñas en su nido en lo alto de los frontales de varias Iglesias. Algo de lo que no me había dado cuenta que Cristina sí hizo, es que los frontales de las Iglesias vienen a ser todos iguales, pero justo el resto de la estructura que forma la Iglesia están hechos en diferentes materiales. ¡¡¡Vaya!!! ¡¡¡Otra que se fija en los pequeños detalles!!! jajajaja. A parte de cigüeñas, también nos encontraremos a patadas con cuervos coronando bastantes árboles.

Nuestro camino discurrirá aledaño a la carretera todo el tiempo, por eso tengo bastantes pocas fotos de este día, sin embargo, el sol nos haría compañía todo el tiempo, haciendo que ambos cogiéramos color.

En el Camino toparemos con otra mujer de mayor edad que Cristina, pasada de peso pero no de ganas por hacer el Camino. De hecho, este era su segundo o tercer Camino Francés, y nos comentó que había desde León una ruta alternativa que era un poco más larga y no circulaba tanto por carretera, y a parte nos intentó advertir de lo malos que eran algunos albergues en el Camino en los que ella ya había estado. Lo cierto es que de las cosas que ella se quejaba, tanto Cristina como yo no veíamos la queja alguna. Hay cosas que si no te gustan de los albergues, como dormir en una litera de muelles, te puedes ir a un hotel, pero claro, no esperes que el hotel te cobre entre 3 y 10eur.

Sin tener Cristina motivos para finalizar etapa en San Martín del Camino (lugar donde la otra mujer sí se quedaría) ni estar débil y sentirse bien en mi compañía, continuamos Camino hasta Hospital de Órbigo, parando en el Albergue de Peregrinos Parroquial. Llegaríamos en torno a las 16h tras haber hecho varias paradas en el Camino para comer unas piezas de fruta. Una vez albergados y dada la hora, decidimos comprar pan y embutido, y algo para desayunar al día siguiente, y luego si eso dar una vuelta por el pueblo.

Dejo unas fotos del Albergue Parroquial el cual nos gustó bastante, para disfrute:

Decir que el albergue contaba a parte de con el patio interior, con una zona ajardinada trasera que fue donde nos comimos los bocadillos y donde la gente tendía; Cocina amueblada y con vajilla todo muy cómodo, además de diferentes habitaciones de entre 6 y 8 pernoctantes, y que el estado de conservación era bastante bueno.

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