jueves, 15 de abril de 2010

Etapa 4: de Hospital de Órbigo a Astorga

Esa noche, aunque escuché algún ronquido por caérseme un tapón de un oído, lo hice bastante bien. A las 7 de la mañana, Cristina me despertó como habíamos acordado la noche anterior. Al recoger mis cosas, de nuevo Carmen vino a mi pensamiento cuando metía el saco de dormir en la funda, jajaja. ¡¡¡Fiuuuhhh!!! ¡¡¡En dos minutos el saco metido!!! jajajaja.

Salir del pueblo significaba cruzar varias granjas, una de ellas vacuna, pero juraría que en el Camino escuchamos a las ovejas cantar, y olimos las mierdas de los cerdos, jajaja. Cuando Cristina me pase las fotos subiré a este blog la que me hice con las vaquillas que pongo en la siguiente foto, una de ellas casi devorándome la mano, jajajaja.

El Camino transcurrirá por camino de gravilla. Pasaremos por 'monumentos' en medio de la nada dedicados a los peregrinos, hechos seguramente por otros peregrinos o lugareños, sitio obligado para hacerse la foto, jaja.

El resto del paisaje lo veremos seco como para poder caminar perfectamente en zapatillas de deporte, pero húmedo como para ver el entorno con un color especial, un olor especial, y un sonido natural. De hecho, pasaremos por varios mini lagos ocasionados a causa de las constantes lluvias. Las tierras por las que pasábamos eran de cultivo estando todavía empezando a renacer la vida en ellos; Pero no todo era tierra llana. La naturaleza en sí también jugó un importante papel dejándonos ver árboles y arbustos llenos de líquenes, teniendo una imagen chulísima ante nosotros, y que os dejo para disfrute. Es una pena que una fotografía no muestre lo que yo vi:

Tras estos paisajes, llegaríamos a Astorga. Aunque la flecha del Camino siempre es la misma, el mundo del negocio obliga a que los empresarios intenten confundir al peregrino con tal de conseguir que éstos lleguen a sus Albergues. Estuvimos dubitando unos segundos sobre hacia dónde ir en determinadas ocasiones pero los lugareños supieron ayudarnos adecuadamente. Subir al centro del pueblo supone pasar por una pequeña zona industrial, unas pocas Iglesias bien conservadas, unos yacimientos con un empedrado de antaño de los que ya no se hacen precioso, calles renovadas y los principales lugares del pueblo, como fueron dos plazas (una de ellas la de los Maragatos) que en ése momento había mercadillo, y por supuesto, todas las tiendas del Reino del Chocolate. Dejo unas fotografías de Astorga para disfrute:

Una fábrica de chocolate exactamente no se encontrará en la propia ciudad. Cientos de tiendas anunciándotelo sí. Un lugareño nos comentó que el Chocolate Alonso y La Mallorquina eran chocolates y mantecados de Astorga de toda la vida. Otras marcas podrían ser de otra parte. Por ello, nosotros fuimos fieles a la tradición y compramos chocolate en abundancia de Alonso, y mantecados (para cenar) de La Mallorquina.

Astorga cuenta con dos monumentos esenciales de visitar en el pueblo: La catedral y la Casa del Obispo, hecha por Gaudí. Yo quería ver ambas y sacar mil fotos, pero los horarios nos marcaban sólo un par de horas de disfrute en éstas. A parte, decidimos pagar un albergue para dejar las mochilas y hacer ésta visita sin cargas. En ese albergue no nos cobraron nada por dejar las mochilas por nosotros decirles que luego continuaríamos viaje hasta El Ganso. Fueron muy amables y nos comentaron que el Albergue de El Ganso abría puertas el 27 de Marzo, que por tanto, todavía seguía cerrado, por lo que ello marcó un fin de Etapa en Astorga, y nos quedamos en ése mismo albergue, que no era ni el municipal ni el parroquial, sino uno frente a la Catedral, muy limpio, muy agradable, con una chimenea grande en la sala de estar, muy bien acondicionada en cuanto a cocina se refiere, y con servicio de masajes al final de la tarde, oficiado por un fisio nada que ver con el Albergue.

Ya de una forma más relajada para disfrutar de Astorga, nos tomamos unos vinos en un bar con vistas a la Casa del Obispo, visitamos la Catedral, y la obra de Gaudí. Dejo unas fotos de la Catedral...

... y de la Casa del Obispo.

El interior de la Catedral se podía ver por un módico precio simbólico (el cual pagamos) al igual que la Casa de Gaudí, surgiendo la diferencia entre uno y otro en que en la Catedral sí permitían hacer fotos, y dentro de la vivienda del Obispo no. Realmente recomiendo ver ambos. La Catedral además cuenta con una zona de museo bastante chula para aquéllos que les guste la historia y el arte. Pondría algunas fotos de la Catedral, pero me quedé sin batería y las hice con la cámara de Cristina. ¡¡A ver si me las pasa!!

Por cierto, una vez ya en el albergue, cenamos con Paco (el hospitalero) y otra jóven madrileña que empezaría al día siguiente a Caminar. Paco nos había comentado que llevásemos algo para la cena, y que él aportaría también algo, tomando todos de todo. Nosotros compramos dos sobres de sopa, y comida suficiente como para hacer una buena ensalada para 4 personas, y llevamos los mantecados como postre. Paco aportó comida de un restaurante aledaño que sobraría de la cena y la cual le daban gratis siempre (supongo que a cambio de éste hacer publicidad sobre el restaurante, publicidad que nos dió en forma de descuento para comer o cenar en él si quisiéramos, cuando nos registramos en el albergue. A decir el precio del menú en ése restaurante: 12eur). Él aportó lentejas y estofado de albóndigas. Las lentejas estaban en su punto y deliciosas; las albóndigas no las pude probar, simplemente volaron. La joven madrileña creo que no aportó nada, pero... en el Camino realmente todo da igual, lo importante es la compañía y las ganas de pasar un buen rato.

Decir también que tuvimos que cenar en dos turnos, jaja. Cristina, la madrileña y Paco en una primera tanda, y yo en compañía de la madrileña y Paco en la segunda, debido a que nos habíamos comprometido con el fisio del albergue a que me diera un masaje en la espalda completo y fuerte (5eur/30min), y cristina un masaje en los pies (Masaje de pies: 4eur/20min). ¡¡Los dos salimos como nuevos!! ¡¡Menudos dedos mágicos!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario