Salir del pueblo significaba cruzar varias granjas, una de ellas vacuna, pero juraría que en el Camino escuchamos a las ovejas cantar, y olimos las mierdas de los cerdos, jajaja. Cuando Cristina me pase las fotos subiré a este blog la que me hice con las vaquillas que pongo en la siguiente foto, una de ellas casi devorándome la mano, jajajaja.














Astorga cuenta con dos monumentos esenciales de visitar en el pueblo: La catedral y la Casa del Obispo, hecha por Gaudí. Yo quería ver ambas y sacar mil fotos, pero los horarios nos marcaban sólo un par de horas de disfrute en éstas. A parte, decidimos pagar un albergue para dejar las mochilas y hacer ésta visita sin cargas. En ese albergue no nos cobraron nada por dejar las mochilas por nosotros decirles que luego continuaríamos viaje hasta El Ganso. Fueron muy amables y nos comentaron que el Albergue de El Ganso abría puertas el 27 de Marzo, que por tanto, todavía seguía cerrado, por lo que ello marcó un fin de Etapa en Astorga, y nos quedamos en ése mismo albergue, que no era ni el municipal ni el parroquial, sino uno frente a la Catedral, muy limpio, muy agradable, con una chimenea grande en la sala de estar, muy bien acondicionada en cuanto a cocina se refiere, y con servicio de masajes al final de la tarde, oficiado por un fisio nada que ver con el Albergue.
Ya de una forma más relajada para disfrutar de Astorga, nos tomamos unos vinos en un bar con vistas a la Casa del Obispo, visitamos la Catedral, y la obra de Gaudí. Dejo unas fotos de la Catedral...





... y de la Casa del Obispo.


Por cierto, una vez ya en el albergue, cenamos con Paco (el hospitalero) y otra jóven madrileña que empezaría al día siguiente a Caminar. Paco nos había comentado que llevásemos algo para la cena, y que él aportaría también algo, tomando todos de todo. Nosotros compramos dos sobres de sopa, y comida suficiente como para hacer una buena ensalada para 4 personas, y llevamos los mantecados como postre. Paco aportó comida de un restaurante aledaño que sobraría de la cena y la cual le daban gratis siempre (supongo que a cambio de éste hacer publicidad sobre el restaurante, publicidad que nos dió en forma de descuento para comer o cenar en él si quisiéramos, cuando nos registramos en el albergue. A decir el precio del menú en ése restaurante: 12eur). Él aportó lentejas y estofado de albóndigas. Las lentejas estaban en su punto y deliciosas; las albóndigas no las pude probar, simplemente volaron. La joven madrileña creo que no aportó nada, pero... en el Camino realmente todo da igual, lo importante es la compañía y las ganas de pasar un buen rato.
Decir también que tuvimos que cenar en dos turnos, jaja. Cristina, la madrileña y Paco en una primera tanda, y yo en compañía de la madrileña y Paco en la segunda, debido a que nos habíamos comprometido con el fisio del albergue a que me diera un masaje en la espalda completo y fuerte (5eur/30min), y cristina un masaje en los pies (Masaje de pies: 4eur/20min). ¡¡Los dos salimos como nuevos!! ¡¡Menudos dedos mágicos!!
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