martes, 26 de enero de 2010

Etapa 2: de Agés a Burgos

Tempranito por la mañana empezaremos nuestro último día de Camino, el cual como podéis ver será por asfalto para llegar a Atapuerca. Pasaremos por los yacimientos en breve, pero los veremos como más monte no como excavaciones. Para ello, nada mas terminar de cruzar el pueblo, sendearemos cuesta arriba por el lado izquierdo del pueblo, encontrándonos granjas de ovejas en el camino. Una vez arriba, nos encontraremos con piedras puestas en círculos, el más exterior sin terminar, donde pondremos nuestro granito de arena continuando la circunferencia del mismo.

El sol comenzará a salir a nuestras espaldas, alumbrándonos Burgos por delante con múltiples campos de cultivo entre nosotros y la gran ciudad.

Cruzaremos pequeñas comarcas siempre por asfalto: Villalval, Cardeñuela Rio Pico, y Orbaneja Rio Pico, para chocar de bruces con el aeropuerto militar de Burgos, que para nuestra desgracia y por continuar la estela de los peregrinos, tomaríamos por el lado derecho por ser el que a su vez mejor indicado estaba, entrando en Burgos por el Polígono industrial tras dar un rodeo impresionante a las pistas del Aeropuerto, en el margen izquierdo, y Villafría en el derecho.

A los de Villafría les dedicaremos unas voces. ¿Qué gritábamos chicos? "¡¡No queda ná!! ¡¡No queda ná!!", jajajaja.

Cuando llegamos al Polígono industrial, nos empezó a llover. Atravesar el polígono también empezaba a costar. Ya lo he dicho en etapas anteriores: no hay nada como caminar bajo la lluvia. Unos 30minutos hacia Burgos, por fin llegamos oficialmente a Burgos. Un gran reloj en la acera de en frente nos lo garantizaría.

Pero Burgos ha crecido muchísimo urbanísticamente hablando, por lo que hasta la Catedral todavía nos quedaría unos 10km andando. En el camino pararíamos en un bar cualquiera, bastante viejete por lo general, y a los pies de edificios de viviendas de 10-12 alturas, y nos tomaríamos un piscolabi. Mi piscolabi favorito de este viaje fue el maxibón de natillas, hmmmmmm ¡¡¡qué rico!!! jajajaja. Creo que pudo caer uno diario, jajaja.

Dejo unas fotografías para disfrute de la entrada en Burgos:

Decir que sabiendo que Ruth y Néstor andaban en el Camino, les llamamos para ver qué tal les había ido. Estarían en Burgos, les veríamos y tomaríamos algo con ellos, contándonos sus anécdotas como que por culpa de las ampollas no pudieron llegar a Logroño. Yo me escaparía de su vista un par de horas por ir a visitar a mi abuela.

A parte, Burgos estaba de fiestas patronales. Dejo unas fotografías para disfrute:

Como era la hora del café de después de comer cuando ya me hubiera reincorporado con Jesús, Carmen, Ruth y Néstor, fuimos a ver si podíamos cambiar el billete del bus para volver antes a Madrid, y así lo hicimos. Ruth y Néstor volvieron en coche a Madrid, por lo que dejo las siguientes fotos como despedida de esta etapa del Camino:

Etapa 2: de Belorado a Agés

Como hace mucho que no cuento una de ronquidos, ya tocaba. No sé qué hora sería pero el caso es que sientes como algo perturba tu sueño hasta que te despierta. Pues sí, un roncador de los fuertes. Esta gente está vacunada contra los típicos ruiditos con la boca para que se callen o se despierten e irrumpan el ruido, jaja. Me acuerdo que dije en alto a esas horas de la noche que "como no me pueda dormir, juro que me levanto y le despierto." Pues bien, pude conciliar el sueño, pero al día siguiente el chaval 'al que recogimos' dijo mientras la gente se preparaba para marcharse: "¿Y no escuchásteis a ese alguien que dijo: Juro que me levanto y le despierto como no me pueda dormir?". En ese momento me ruboricé y sonriendo con la boca cerrada, acto seguido dije: "Sí, yo lo dije, jajaja".

Finalmente este chico abandonaría el Camino. Carmen y Jesús decidirían poner fin a esta aventura también. Carmen no tenía un par de ampollas, ¡¡tenía toda una población de ellas!! entre los dedos, y en el metacarpio (¡¡la peor zona donde te pueden salir!!) de ambos pies. Me esperarían en Burgos para luego ya volver todos juntos a Madrid, por lo que me despediría de ellos e iniciaría camino. Honores a Carmen por haber llegado hasta Belorado, y a Jesús por acompañarla en calidad de apoyo hacia su persona.


En Belorado (y con la imagen que tenemos encima demostrándolo) tenemos el más claro ejemplo de que el Camino de Santiago se modifica constantemente para focalizar el negocio del Peregrino. Si os fijáis la auténtica flecha en la pared indicaba seguir a la izquierda, pero borraron la flecha y la pusieron hacia la derecha. Pudimos comprobar el motivo: El Camino dejaba de pasar por la Iglesia mayor, la de la plaza mayor de Belorado, y pasaría por una calle posterior, con tres albergues privados en ella. Lo dicho, un negocio.

Para salir de Belorado, lo haremos saltando el río por un puente de madera moderno, dado que la carretera circula por el puente de piedra que hay, en mi opinión genial para poder disfrutar del puente desde un punto elevado como él, y ver cómo está construido.

Continuaré camino por vía de tierra dura, arropado por chopos y cultivos de cebada alternadas con campos de trigo. En breve llegaré a Tosantos, un pueblo que podríamos definir como pequeñas villas urbanas, igual que Villambistia y Espinosa del Camino.

El trayecto se hará más largo hacia Villafranca Montes de Oca, pueblo al que llegaré en breve, esperando a sus espaldas una importante subida para disponernos a cruzar el monte. Esta ruta será prácticamente de subida, con un desnivel acumulado de unos 400m. Antes de empezar a subir podré disfrutar de un paseo por el margen de la carretera (estoy siendo sarcástico) y ver como en pleno pueblo la guardia civil multa a un conductor. Antes de empezar a subir, una fuente de agua fresquita me anima a recordar que tengo que cargar mi cantimplora. Hasta Burgos desde este punto quedarían 36km.

Como apunte para los amantes del Senderismo, dejo una ruta marcada en el pueblo para realizar: Sería el PR-BU 55 de 14.3km, a realizar en 4h cuyo nombre sería el Alto Oca.

La pendiente ascendente la tomaría a partir de un GR (marcas de montaña blancas y rojas). Tras unos 25-30 minutos de subida y sin llegar a la cima, podré disfrutar de una vista hacia atrás de todo lo recorrido hasta ahora.

Estoy en los Montes de Oca. Creo que es un parque natural. Desde luego cara al pueblo seguirá habiendo campos de cultivo, pero poco a poco me iré adentrando en un bosque con una senda cruzándolo, el Camino de Santiago. El trayecto por culpa del calor se hará un poco pesado. A parte, las cuestas pronunciadas harán de este paseo un buen ejercicio de piernas. En un mirador conocería a un Peregrino Italiano, de rasgos descuidados (¡¡como todos!!) en su forma de vestir e higiénicos, muy simpático, que buscaba labrarse la vida como camarero de algún lugar en la aventura de su vida, todavía sin conocer. A medida que éste chico tirase millas, se me iría acercando otro chaval con el que compartiría conversación en inglés por ser él Americano y no tener ni idea de Español. Este chico sólo buscaría entender el por qué del Camino, y le moverían actos de fé. A parte, y prácticamente cerrando ya en este día la práctica de la palabra con desconocidos, me encontraría en medio del pinar mientras atravesaba un cortafuegos por el cual continúa el Camino, a un vagabundo un poco zumbao en mi opinión. Lo cierto es que no tenía ni mochila de viaje, ni parecía que tuviera su hogar en las cercanías. Simplemente me paró para que le ayudase a limpiar un trozo de goma para que las 'ondas chocasen contra la goma y no le afectasen' o algo similar me contó. Lo cierto es que en ningún momento me pidió comida, ni agua ni dinero, ni tampoco me sentí en peligro para nada. Una vez le ayudé, me fui. Más peregrinos se iban parando a petición de este hombre para ayudarlo. Los extranjeros seguro que lo fliparían con el hombre.


Al salir del bosque choco de cara con San Juan de Ortega. Aunque me recibe el panel anunciándomelo, todavía quedaría 1km hasta el pueblo. En una ermita aledaña a la iglesia principal me encontraría con el franciscano al que saqué fotografía (y está expuesta en este blog) en Santo Domingo de la Calzada. Carmen le habría apodado como Mr. Culito, jajaja, por adelantarnos en un determinado momento del Camino.

Dejo unas fotos de la ermita para disfrute:


Viéndome con fuerzas como para continuar al siguiente pueblo, decidiría hacerlo y lo haría en compañía del chaval Italiano, que también se veía con ganas, con el cual me reencontraría en San Juan de Ortega. Ofreciéndole manzana y ofreciéndome galletas Príncipe de Beckelar, nos adentraríamos en otro pinar, caminando por camino de tierra dura. A la media hora llegaríamos a Agés, momento en el que vuelvo a tomar contacto con Carmen y Jesús, dado que se lo piensan dos veces de nuevo, y deciden volver al Camino, y terminar la etapa en mi compañía. Decir que Carmen tiene muchísima fortaleza. Realmente parar uno o dos días de caminar podría ser el tiempo justo y necesario como para retomar fuerzas. Realmente es una mujer muy fuerte, y decidida a recuperarse del problema (que no menciono en este blog) que tiene en la rodilla. Poniéndose a prueba a sí misma, lo está consiguiendo, o al menos, está consiguiendo no parar de hacer aquellas cosas que le gustan, como subir al monte. Jesús la apoyará en todo momento.

Mientras yo me quedaría en Agés, el Italiano continuaría hasta Atapuerca, el siguiente pueblo.


¿Qué decir de Agés? Sus habitantes me parecieron bastante formales, educados, simpáticos... vamos, lo que te esperas encontrar en un pueblo poco habitado. Pero el que se lleva desgraciadamente la palma es el dueño del único restaurante, cuyo propietario también es el dueño del Albergue Municipal. Una persona chula le podría devolver facilmente sus bromas pesadas. Realmente, tras aguantarle unas pocas, se molestó cuando le devolví una de ellas, por utilizar un vocabulario madrileño que llevado a su tierra significaría otra cosa. Tuvo que ser un familiar de él el que le diera a entender que no me estaba metiendo con él, sino que en mi tierra (Madrid) era una forma de hablar. Creo que fue lo mejor que pude hacer, porque por fin me dejó en paz.

Dejo unas fotos de nuestras pupas del Camino, nuestras fabulosas ampollas, de Jesús, Carmen y mías respectivamente:


Y ahora unas del pueblo para despedir este día:

lunes, 25 de enero de 2010

Etapa 2: de Sto. Domingo de la Calzada a Belorado

Al despertarnos, en la cocina del Albergue nos encontraremos con máquinas de vending y de café para poder optar a un desayuno. Si hubieras comprado algo de fuera también podrías desayunarlo en su amplio comedor. Durante la etapa de hoy decido que, tras ver tanto asfalto en el camino y dadas mis ampollas en los pies, cambio el uso de las botas de senderismo (o de trekking) por las zapatillas de deporte que había estado usando para 'descansar los pies' tras finalizar cada día, al llegar a los diferentes albergues.

Salir de Santo Domingo significaría continuar aledaños a la calzada por vía de gravilla. Según salimos vemos a los laterales unos grandes postes con nidos de cigüeñas emparejadas sobre ellos, y a sus pies, grandes campos de cebada y trigo.

La foto que a continuación veis, junto con otras, nos las hicimos recordando a la película Gladiator. Supongo que os sonará la escena:


Tras pasar Grañón, un pequeño pueblo con vivendas en proceso de restauración y rehabilitación de máximo dos alturas, un bar en su plaza mayor, un par de tiendas en la misma vía principal, y una importante iglesia de fuerte construcción en piedra, cerramos el episodio de La Rioja, y entramos en el Reino de Castilla y León. Un panel del Camino hasta Santiago en estado lamentable nos lo indicará.


Prácticamente continuando por camino de gravilla, cruzando múltiples campos de cultivo, avistando chopos al fondo, y siguiendo la trayectoria de la N-120, toparemos con el primer pueblo de Burgos, Redecilla del Camino. Estos pueblos se cruzan en un pis-pas, son pequeños donde sus vecinos son los dueños seguramente de los terrenos colindantes, y personas que ven negocio e interés en aflorar y mejorar su pueblo gracias al turismo generado por los Peregrinos.

Bajo un inmejorable día de cielo azul, sin absolutamente ninguna nube surcando el cielo, prometiendo un calor insoportable y llevando como compañera de viaje a la N-120, seguiremos camino cruzando Castil- delgado, pueblo de similar extensión que Grañón. Fue en este pueblo donde un chaval jóven del Norte de España y de unos 25 años que iba sólo en el Camino se encontraba tirado a la sombra de una vieja casa. El chaval no podía más, tenía los pies destrozados por sus botas. Al ser consciente de que estábamos en un pueblo prácticamente deshabitado, quedando todavía medio camino hasta Belorado, e intercambiar unas palabras con él como su talla de pie, no lo dudo ni un momento y le ofrezco mis zapatillas de deporte para que pueda continuar al menos hasta un pueblo donde pueda comprarse unas zapatillas, como Belorado. Sí, yo también tenía los pies destrozados, pero cuando ves a alguien que va peor, sale de ti no quejarte y ofrecer. Eso es lo que he estado viendo en el Camino. Como ya he dicho en etapas anteriores, ganas confianza en el prójimo.

Claro que, siempre se puede ser gilipollas, jajajaja. De hecho lo pensé y cuento el motivo: El chico este continuó camino con nosotros, compartiendo palabras y calor y dolores de pies (todos íbamos finos de ampollas). Cruzamos Viloria de Rioja juntos pero debido a que Carmen y Jesús se quedan rezagados en el Camino, antes de llegar a Villamayor del Rio me quedo a la sombra de un chopo esperándoles. El chaval éste me comenta que él nos esparía en el Pueblo, lo cual me parece bien y él continúa caminando. Cuando llegan Carmen y Jesús, continuo camino con ellos hasta el pueblo, mirando alrededor de la plaza de la Iglesia, mirando debajo de todas las sombras, sin señal del chaval. Seguimos caminando hasta que salimos del pueblo, y de mi ya salían palabras como "¿No habrá sido un cabrón, y se habrá largado con mis zapatillas?", "Si es que no se puede ser bueno en este mundo. Estoy hecho un gilipollas en toda regla", vamos, que lo puse a parir. jajaja. Continuamos caminando hacia Belorado, bajo el solazo, con mis ampollas dando por culo (como las de Carmen y Jesús, todo hay que decirlo), sin ver al chaval por ningún lao, y maldiciéndole con tranquilidad y 'haciendome ver que el Camino no deja de ser como la Gran Ciudad'. De repente, a dos kilómetros escasos de Belorado, en la cuneta de nuestro camino de gravilla vemos un paraguas abierto y unas piernas salir de un seto. Era el chico este, nos estaba esperando bajo la sombra del paraguas. Tranquilizándome y entre directas como "¿no nos ibas a haber esperado en el pueblo?" le comento que le sigo dejando las zapatillas hasta el Albergue Municipal, y que lo sentía pero mis pies reclamaban mis zapatillas, por lo que no podría dejárselas otro día más.

Llegar a Belorado no fue tarea grata. Lo cierto es que pese a esta anécdota del Camino, el trayecto entre Villamayor del Río y Belorado serían unos cuantos kilómetros lineales por camino de gravilla sin llegar a ver el pueblo por ningún lado dado que quedaba detrás de una colina a la derecha, sin signos visibles de edificaciones cercanas, haciéndose desear. Finalmente entraríamos a Belorado dejando atrás Camping que hay justo a la entrada. Decir que Belorado tampoco es un pueblo pequeño; se extiende entre colinas entendiéndose sus edificios de más de 4 alturas al final de éstas. Llegando a la Iglesia principal abren puertas múltiples albergues privados. Sería en uno de ellos donde pasaríamos noche.

El albergue estaría regentado por una familia. Al tema de acceso, el marido. La mujer al tema de la comida y cena. Y el hijo (de unos 14-16 años) en las pequeñas tareas y ayudando a la madre. A parte, tendrían una cocinera. Realmente fueron muy agradables y cordiales. Repetiría estancia en el mismo sitio sin lugar a dudas. Con ellos pasaríamos parte de la tarde, hablando de la novia del chico (que era del País Vasco), de los peregrinos, turiperegrinos, del Camino en sí, del calor...

En Belorado encontraremos de todo. Vida, que aunque absurdo, en otros pueblos no lo habíamos visto; tiendas, bares, quioscos, restaurantes, tiendas de ropa, tiendas de ¡¡¡zapatillas!!! jajaja, farmacia, supermercados... Dejo unas fotografías para disfrute: